Ayer Sabi me invitó a almorzar a su casa. La casa de los Arana Navarro es muy muy bonita, me gustó mucho. Bueno, antes y después del almuerzo hablamos mucho de muchas cosas; de la inducción, de la facultad, de cuando estábamos en el colegio ( claro que yo no tuve la fortuna de estudiar en el Karl C Parrish) y de Quilla en general.
Después caminamos unas cuantas cuadras hasta un Crepes y nos comimos un delicioso cono al calor de más chismes. Mejor dicho, fue otra tarde de charla. A diferencia de Bogotá, aquí la brisa cálida le da cierto matiz de sabrosura a las conversaciones y las hace más hablables (espero que hayan entendido esa última parte)
Hoy he hecho el mismo plan de todos los días; dormir toda la mañana hasta que me duela la columna vertebral y pensar en todos ya saben quién.
Hoy, entre otras cosas,
- Sabina quiere que salga a rumbiar con ella; creo que mi hermana le hará mejor compañía que yo.
- Miriangela, la profe uruguaya que conocí en FELAFACS, me dejó un mensaje en el Bog. Nunca te he olvidado Mariangela, gracias.
- Me enteré de que me voy para Riohacha el 23 de diciembre; un poco lejos, quería ver a mi papá antes
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